Con la taquilla francesa cayendo durante nueve meses consecutivos, los operadores locales se enfrentan a su primera crisis financiera desde la pandemia; y uno que no vieron venir después del hito de 2024 que posicionó a Francia como el mercado teatral más saludable de Europa.
En la mayoría de los demás países, estos disturbios repentinos habrían provocado una ola de cierres de salas de cine, pero en Francia, donde la industria cinematográfica se beneficia de un fuerte sistema de apoyo, la Oficina Nacional del Cine (CNC) ha desarrollado un plan específico para salvar a los pequeños y medianos exhibidores.
En el marco de esta iniciativa, presentada por primera vez en el Congreso de Operadores de finales de septiembre, la CNC proporcionará liquidez inmediata a los operadores independientes en dificultades, que se enfrentan a problemas de liquidez o a una posible quiebra. Lo interesante de este proyecto es que los fondos no procederán del presupuesto estatal, sino de un impuesto sobre las entradas de cine que el CNC recauda de los exhibidores y ahorra para ellos. Por ello, la CNC concederá a los expositores que lo necesiten anticipos en efectivo con cargo a sus ahorros y, a diferencia de las ayudas, estos anticipos deberán ser reembolsados por los expositores.
Richard Patry, presidente de la Federación Nacional de Cine (FNCF) y miembro de la junta directiva del Festival de Cannes, subrayó que el tiempo se acaba para que el CNC ponga en marcha un plan de rescate mientras muchos exhibidores están al borde de la quiebra.
«Estamos en un momento muy difícil para el cine. Nunca había visto una crisis tan larga y grave en tantos años que llevo trabajando en este sector», afirma Patry. Variedad. «Antes de mediados de septiembre, estábamos en un período ininterrumpido de ocho meses de disminución de la asistencia, un 15% menos. Nos faltan entre 15 y 20 millones de espectadores».
Afirma que los expositores llevan alertando a la FNCF sobre su situación desde julio. “Desde hace meses recibimos testimonios que nos dicen: ‘No puedo más, no lo lograré, me arriesgo a declararme en quiebra, me arriesgo a que me pongan en quiebra’”, afirma.
Los más afectados son los operadores independientes que invirtieron masivamente en 2019-2020, antes de la pandemia, cuando el mercado estaba mucho más sano que hoy, y ahora se encuentran en una situación de sobreendeudamiento.
Pero incluso los multicines están sintiendo los efectos. Pathé y UGC, que gestionan las principales cadenas de cines de Francia, han dado la bienvenida recientemente a nuevos accionistas, respectivamente el multimillonario marítimo Rodolphe Saadé y el Groupe Canal+ (propiedad de otro multimillonario, Vincent Bolloré).
«El hecho de que estén invirtiendo en salas de cine significa que creen en ellas, pero la razón por la que lo están haciendo ahora es también porque estas grandes cadenas también estaban luchando y compartiendo algunas de las mismas luchas que las independientes», dijo Patry.
Para Eric Martí, director de Comscore Francia, la caída de la taquilla se debe principalmente a la selección de películas que no lograron atraer al público este verano, a excepción de «Cómo entrenar a tu dragón» de Universal Pictures y «F1: La película» de Apple. Incluso esas actuaciones palidecen en comparación con el alcista BO del año pasado, impulsado por un trío de éxitos de taquilla locales, «A Little Something Extra», «The Count of Monte Cristo» y «Beating Hearts».
“A finales de septiembre teníamos alrededor de 111 millones de espectadores, un descenso del 13% respecto a 2024 y del 18% respecto a 2023”, afirmó Martí.
Mientras tanto, Patry dice que la crisis de taquilla es el resultado de una “tormenta perfecta” de las condiciones del mercado. Además de los crecientes costos de energía que han aumentado significativamente las facturas de servicios públicos de los exhibidores, destacó la dificultad de atraer a los cinéfilos habituales después de la pandemia, cuando las salas estuvieron cerradas durante 300 días. Aunque recientemente ha habido un resurgimiento en la asistencia de audiencias más jóvenes, dice que lograr que los grupos demográficos mayores regresen a los cines se ha convertido en un desafío.
Sin embargo, todavía hay esperanzas de que el último trimestre revierta la tendencia a la baja y se esperan varios estrenos, incluidos títulos estadounidenses como «Zootopia 2» y «Avatar: Fire and Ash» de Disney. Patry y Marti también están entusiasmados con los próximos estrenos franceses prometedores, incluido “Dog 51”, la película distópica de Cédric Jimenez de Studiocanal que incluso se estrenará en IMAX; así como “Shrinking Man” de Jan Kounen de UGC; “Jean Valjean” de Éric Besnard del Studio TF1; y “Kaamelott Part 2” de Alexandre Astier de SND.