Multitudes de frustrados manifestantes mexicanos, en su mayoría de la Generación Z, se reunieron alrededor del Palacio Nacional de la Ciudad de México para gritar sobre cómo la corrupción y los cárteles se han salido de control en su país.

Miles de personas llenaron las calles de la capital del país el sábado para marchar hacia el palacio, que es la residencia oficial de la presidenta Claudia Sheinbaum, la política progresista que asumió el cargo en octubre pasado.

La protesta, organizada en gran parte por jóvenes activistas y apoyada por partidarios mayores de los movimientos de oposición, fue la culminación de la frustración de los ciudadanos por el fracaso del gobierno a la hora de poner fin a la violencia y brindar oportunidades económicas.

Se vio a los manifestantes, muchos de los cuales pedían la renuncia de Sheinbaum, tratando de romper las barricadas policiales alrededor del palacio.

Las autoridades respondieron lanzando gases lacrimógenos contra la multitud, haciéndolas correr en todas direcciones.

Los enfrentamientos entre ciudadanos y policías duraron horas, pero finalmente se restableció el orden en los alrededores del palacio.

Pablo Vázquez, jefe de policía de la Ciudad de México, dijo que 20 personas habían sido arrestadas y se esperaba que fueran acusadas de agresión, agresión y robo. Bloomberg informó.

Vázquez añadió que 60 de sus agentes resultaron heridos, 40 de los cuales tuvieron que ser enviados al hospital para recibir tratamiento.

La policía de la Ciudad de México fue vista peleando con manifestantes afuera del Palacio Nacional el sábado después de que miles de personas se reunieron en la residencia oficial de la presidenta para exigir su renuncia.

Los miles de manifestantes, muchos de ellos de la Generación Z, están descontentos con el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum y dicen que no ha logrado contener la violencia y la corrupción de los cárteles.

Los miles de manifestantes, muchos de ellos de la Generación Z, están descontentos con el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum y dicen que no ha logrado contener la violencia y la corrupción de los cárteles.

La policía respondió a la repentina afluencia de manifestantes disparándoles gases lacrimógenos. Los enfrentamientos duraron varias horas.

La policía respondió a la repentina afluencia de manifestantes disparándoles gases lacrimógenos. Los enfrentamientos duraron varias horas.

La indignación por el asesinato el 1 de noviembre de Carlos Manzo, alcalde de Michoacán, una zona asolada por el crimen en el oeste de México, estaba en la mente de la mayoría de los que se unieron a la protesta.

Muchos llevaban sombreros de paja que simbolizan su movimiento político.

“El estado está muriendo”, dijo Rosa María Ávila, una agente de bienes raíces de 65 años de la ciudad de Pátzcuaro, en el estado de Michoacán.

«Lo mataron porque era un hombre que enviaba oficiales a las montañas para luchar contra los criminales. Tuvo el coraje de enfrentarlos», dijo sobre Manzo.

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