Lunes 22 de diciembre de 2025 – 14:20 h. WIB

Canberra, VIVA – El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha pedido disculpas a la comunidad judía australiana y a la sociedad en general tras el ataque terrorista en Bondi Beach, Sydney, que provocó dolor e ira en el público.

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Albanese reconoció que el incidente dejó profundas cicatrices, incluida la ira dirigida directamente a él durante un servicio en memoria de las víctimas el domingo por la noche. Dijo que entendía estas emociones y aceptaba la responsabilidad moral por los hechos ocurridos bajo su dirección.

«Parte de la ira estaba dirigida a mí y lo entiendo», dijo. abc.net. Lunes 22 de diciembre de 2025.

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«Siento el peso de la responsabilidad por las atrocidades cometidas mientras era primer ministro. Y lamento lo que la comunidad judía y nuestra nación en su conjunto han experimentado». él continuó

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La declaración se produce mientras Albanese defiende su decisión de no establecer una comisión real nacional sobre el ataque de Bondi. Dijo que la investigación sobre la agencia de seguridad dirigida por el ex jefe de inteligencia australiano Dennis Richardson sería más rápida y eficaz.

Según Albanese, los resultados de la revisión también podrían proporcionar información a la comisión real propuesta por el gobierno estatal de Nueva Gales del Sur (NSW). «La revisión de Richardson permitirá que se tomen medidas inmediatas si se descubren deficiencias o debilidades», dijo.

Al mismo tiempo, el gobierno laborista reveló planes para fortalecer las leyes sobre discurso de odio en respuesta al creciente extremismo y antisemitismo. Albanese dijo que el gabinete abriría una consulta pública para obtener el mayor apoyo posible para el proyecto de ley.

La fiscal general Michelle Rowland dijo que el gobierno propondría un delito agravado de discurso de odio que incita a la violencia, aumentando las penas para los delitos existentes y haciendo del odio un factor agravante en la sentencia.

«También consultaremos estrechamente con la comunidad judía y otros grupos sobre la estructura de estas violaciones», dijo Rowland.

Destacó la creciente radicalización entre los jóvenes australianos, que, según dijo, no tenía precedentes. Los datos del gobierno muestran que de las 33 personas que actualmente enfrentan cargos relacionados con el terrorismo, 17 de ellas son menores.

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«Esta radicalización sin precedentes de nuestra juventud debe detenerse», subrayó.

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