Domingo, 9 de noviembre de 2025 – 14:19 WIB

VIVA – El gobierno chino está una vez más reforzando su control sobre la libertad religiosa en el Tíbet. En un esfuerzo por eliminar la influencia del Dalai Lama y el budismo tibetano, las autoridades de Beijing han lanzado una importante operación en la región de Amdo para confiscar fotografías del Dalai Lama de los monasterios y las casas de los residentes.

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Recientemente, el gobierno chino llevó a cabo redadas en el monasterio de Amdo y en las aldeas circundantes para confiscar fotografías del Dalai Lama. La región de Amdo alberga varios monasterios budistas tibetanos de importancia cultural y espiritual.

No es la primera vez que China lleva a cabo una operación de este tipo. El gobierno ha prohibido durante mucho tiempo la exhibición de fotografías del Dalai Lama en el Tíbet, con numerosos incidentes en los que tibetanos han sido golpeados o arrestados por acusaciones falsas. Las autoridades chinas allanaron recientemente el monasterio Ban-Tashi-Khyil y las aldeas circundantes en Amdo, confiscando fotografías del Dalai Lama con el argumento de que su exhibición era ilegal.

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La policía entró por la fuerza en las residencias y casas de los monjes, cortando todas las comunicaciones con la región. Las aldeas atacadas incluyeron Thangnag, Ngonchag, Ledruk y Sangkhog.

Sólo en Marteng, después de una búsqueda minuciosa de toda la casa, los agentes llenaron tres bolsas grandes con fotografías confiscadas, y la cuarta estaba casi llena. Aunque no se reportaron golpizas ni detenciones entre el 16 y el 19 de octubre, los residentes fueron intimidados y obligados a entregar las fotografías sin su consentimiento.

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Los tibetanos obligados a asistir a la ceremonia del Panchen Lama, Gyaltsen Norbu

Mientras se llevaban a cabo estas redadas, las autoridades chinas también obligaron a miles de tibetanos a asistir a la controvertida ceremonia del Panchen Lama, que tuvo lugar bajo fuertes medidas de seguridad. Monjes, monjas y lamas de alto rango, incluido el séptimo Gunthang Rinpoche, el abad del monasterio Sakya y el abad del monasterio Sera, fueron obligados a participar en el empoderamiento de Kalachakra dirigido por Gyaltsen Norbu, el Panchen Lama designado por el estado.

El evento religioso de cuatro días, celebrado del 9 al 12 de octubre en el sitio Kyi-kyiNakha del monasterio Tashi Lhunpo en Shigatse, se hizo eco de una ceremonia similar de Kalachakra dirigida por Norbu en 2014, que provocó indignación.

Más tarde, informes indicaron que las autoridades chinas ofrecieron incentivos financieros y obligaron a los tibetanos a asistir. La medida se considera parte de una estrategia más amplia de Beijing para elevar el perfil de Norbu como una figura espiritual dócil que sirve a la agenda política del Partido Comunista.

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Al promover Norbu, el gobierno chino intentó imponer su versión del budismo y debilitar la influencia del Dalai Lama. Su nombramiento como Panchen Lama, sancionado por el Estado, es una parte importante de la estrategia a largo plazo de Beijing para controlar la jerarquía religiosa del Tíbet, particularmente en anticipación de la posible sucesión del Dalai Lama. Se espera que Norbu actúe como un Panchen Lama “oficial”, demostrando su inquebrantable lealtad al Partido Comunista.



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